El proyecto explora las diferentes técnicas de enseñanza basadas en actividades divertidas que pueden permitir a los alumnos pertenecientes a grupos vulnerables (no cualificados, ancianos, migrantes, físicamente impedidos, con pocos ingresos, etc.) desarrollar capacidades sociales y habilidades prácticas, aumentando su motivación para aprender y contrarrestando los sentimientos de resignación y apatía.

El Consorcio se reúne regularmente como Think Tank para sopesar y debatir el posible impacto y desarrollo de las propuestas que cada organización propone. De esta forma, los socios colaboran siguiendo un Plan de Gestión estructurado que los conduce desde la observación y el análisis de sus propios contextos locales y participantes hasta una completa recopilación de material educativo reunido para formar un Programa descriptivo.

El Programa contiene la descripción de todo el proceso en el que participan los alumnos y el personal y constituye un conjunto de valiosos recursos para organizaciones que se enfrentan a problemas de aprendizaje relacionados con los grupos vulnerables y desfavorecidos. 

Basados en su propio campo de experiencia, alumnos, profesores y formadores de cada organización intercambian y evalúan sus propuestas en forma de seminarios estructurados y aportan detalles sobre sus objetivos, metodología y resultados esperados como profesionales reflexivos.