Motivación

Según las proyecciones de Eurostat, se prevé que el porcentaje de personas de 65 o más años respecto a la población total de la UE aumente desde el 17,1% al 30% y que el número de personas de esta edad aumente de los 84,6 millones en 2008 a los 151,5 millones en 2060. De manera similar, se prevé que el número de personas de 80 o más años casi se triplique desde los 21,8 millones en 2008 a los 61,4 millones en 2060.

(http://epp.eurostat.ec.europa.eu/statistics_explained/index.php/Populati...)

Estas cifras impulsan a los socios a creer que resulta necesario para las personas que pertenecen a diferentes generaciones permanecer en contacto para evitar futuros conflictos. Esta necesidad deriva directamente de la experiencia de los socios en el campo  donde  los problemas intergeneracionales, que involucran a  niños, a padres, a formadores de profesores y a personas de la tercera edad, tienen que ser tratatados (ver la sección D.5 de los valores europeos).
Al estar en contacto con estos grupos de edad, se reconoce que en muchos aspectos de la vida, incluida la educación, existe una necesidad vital para jóvenes y personas mayores de entenderse los unos a los otros y concienciarse sobre las dificultades que cada generación tiene que superar. La lucha para encontrar trabajo no debe determinarse por los factores de edad en el mercado de empleo y la línea tecnológica divisoria entre las generaciones de las que hemos sido testigos y la observación durante las sesiones en los seminarios de trabajo, no deben considerarse como una fatalidad.
A medida que el sistema de valores evoluciona dando incluso un mayor énfasis a la innovación y a la velocidad, perdiendo tradiciones y bajando a la figura paterna de los pedestales, es casi seguro que sea necesario crear situaciones educativas en las que al menos el debate sea posible. A nivel de relaciones, y en las familias, también es importante para la cohesión social que los niños, los padres y los abuelos tengan oportunidades reales para contarse los unos a los otros lo que saben, lo que han descubierto y aprendido. Los socios creen que las situaciones de aprendizaje y enseñanza intergeneracional todavía son muy escasas y que la solidaridad intergeneracional debería implementarse  a mayor escala de manera notable mediante el fomento de la cooperación entre organizaciones de diferentes dimensiones en varios sectores de la educación. 
En Hannut, Bélgica, la empresa Zebra establece y monitoriza talleres temáticos, grupos para el recuerdo y círculos de estudio que responden a las peticiones de las instituciones locales comprometidas con los sectores público y privado de la educación y del apoyo social, y que conllevan la participación de personal, alumnos, profesores y cuidadores de todas las edades. En Narva, Estonia, tienen que tratarse los problemas derivados de las diferencias sociales en los estilos de vida entre la gente joven que busca empleo, los padres y las instituciones que ofrecen trabajo. En Fasano, Italia, en el Centro territorial de educación permanente  (CTP), el personal, los estudiantes y los miembros institucionales con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años, toman parte en las actividades de educación comunes y en los cursos, por lo que tienen que manejar las brechas generacionales de diferentes tipos (cultura, intereses, orígenes sociales, etc.).
En Ettelbruck, Luxemburgo, los contactos sociales entre las organizaciones locales de personas mayores y las de jóvenes son, a menudo, problemáticas, y el propósito para las generaciones es aprender los unos de los otros. En Warsaw, Polonia, se necesitan métodos de enseñanza específicos adaptados para las personas invidentes o con una visión parcial de todas las generaciones para ayudarles a superar el aislamiento  y lograr el acceso al conocimiento. En Famalicäo, Portugal, se creó un nuevo tipo de curso para adultos (EFA – Cursos de Formación y Educación para Adultos) y más tarde lo ampliaron para incluir a estudiantes de secundaria y mezclar a personas de edades muy diferentes.
En Alicante, España, la UPUA busca promover y fomentar las relaciones entre todos los estudiantes y las personas que imparten enseñanza en la Universidad Permanente, sin importar cuál sea su edad, mediante la participación en múltiples  actividades educativas y culturales. Su  prioridad principal es desarrollar estilos de aprendizaje y enseñanza apropiados para personas de tercera edad que deseen adquirir y compartir conocimientos en el campo de las TIC.
En Turquía, en el Beypazarı Kız Teknik ve Meslek Lisesi (Escuela Secundaria Técnica y Profesional de Niños de Beypazan) los programas de educación formal y no-formal reúnen a niños y adultos que tienen que compartir las mismas  premisas en distintas áreas tales como los servicios de comida y bebida, educación y cuidados pre-escolares y de los primeros años, textiles y tecnologías para la confección de ropa.
Todos los socios quieren que sus alumnos adultos y el personal de edades y horizontes diferentes puedan aprender los unos de los otros sobre sus campos de especialidad. Esperan disminuir  los niveles de confusión y ansiedad de los alumnos afectados, con edades complejas y romper con las percepciones estereotipadas.
Esto es especialmente importante para aquellas personas que tienen que cooperar en situaciones particulares (el lugar de trabajo, las relaciones entre profesor y alumno, los servicios y la ayuda a personas con necesidad, cuidadores y personal de residencias  y hospitales, etc.). Ellos creen que: -al desarrollar la experiencia del aprendizaje generacional en un terreno común ayudará a los grupos de edades diferentes no sólo a conocer más sobre los estilos de vida de los otros y facilitará la experiencia y transferencia de conocimiento de doble vía, sino que también les ayudará a aprender sobre los obstáculos a los que cada generación se enfrenta. El factor relación, que implica tanto a los alumnos como al personal en el aprendizaje y la enseñanza intergeneracional, crea más métodos apropiados e innovadores de enseñanza junto a las necesidades de los alumnos.